Esta dieta autoimpuesta de Facebook ha sido lo que esperaba: discretamente educativa.

Sé que para muchos la adicción a las redes sociales "no es un problema" -guiño, guiño-, pero para los que sí creen estar perdiendo la cordura gracias a su vida digital, aquí va una Guía de Salvación para Adictos a las Redes Sociales.

El primer paso es darte cuenta de que tienes un problema. ¿Te suena? Ok ¿cómo darte cuenta de que eres adicto a las redes sociales? Si has experimentado por lo menos una de estas situaciones:

1. Cuando alguien cercano te habla de algo que acaba de leer en el Facebook, tu ya lo sabías pero finges que no para que "no se den cuenta de tu problema".

2. Sabes lo que se siente ser un zombi. Conoces perfectamente la sensación de ver que alguien mueva la boca en lo que piensas vívidamente en cómo construir ese librero vintage que viste en el Pinterest.

3. Despiertas y lo primero que ves es tu celular con las actualizaciones de la madrugada. La noche anterior la última imagen que viste antes de dormir incluyó alguno de estos personajes:

4. Lees el feed de noticias o twits en todo momento, desde donde te quedaste la última vez para no perderte de nada. En la cocina, en el semáforo, en la puerta de la escuela e incluso has considerado envolver el teléfono en una bolsa de plástico para leer esa noticia pendiente mientras te bañas.

5. La mayoría de tus notas mentales quedan inmortalizadas en alguna red social aunque sabes bien que a la mayoría les importa un pepino. Sobre todo si escribes sobre "lo mal que te sientes sobre un asunto equis", con la intención de poner a prueba a tus verdaderos amigos y ver quién se interesa por tí.

Si te lograste identificar con alguna de estas situaciones no te preocupes, no necesitas choques eléctricos, solo un poco de fuerza de voluntad para empezar la recuperación. No te estreses y sigue éstos Pasos para la Recuperación de tu Vida Real.

1. Primero piensa en tus últimas palabras. Puede ser un simple "adiós" pero hazles saber a tus amigos digitales que no estarás disponible. Hazlo por tu paz mental porque, créeme, ellos seguirán su vida.

2. Elimina las siguientes aplicaciones del teléfono: Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest, etc. Elimínalas todas, sin piedad. No sucumbas al cruel chantaje de los cerdos fascistas:

Calma, tus datos están en la nube. Respira y haz clic.

(2.a. Diste clic en "Cancelar" ¿verdad? Esta opción solo es aceptable si necesitas la red social "por motivos de trabajo" -triple guiño-. En ese caso necesitarás un padrino o madrina de alta calidad moral que te apoye leyéndote los mensajes que considere vitales para tu supervivencia económica.)

3. Ahora sólo espera. Espera, espera... ¡No! Espera... Pronto verás la magia: algo pasará en las próximas horas y días, que será espectacularmente...

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...NORMAL. Regresarás a tu antigua vida si evitas sucumbir a la ansiedad de checar el teléfono cada 5 minutos. ¡Prueba y verás!

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En mi caso, terminando el 6° día sin Facebook, con los minutos libres ya arreglé las viejas cartas intercambiadas con Esposo, hice unos formatos de la empresa largamente pospuestos y hasta hice pinturas surrealistas con Hija.

Pero ¿existe un síndrome de abstinencia al Facebook? Tal vez. Para mi ha sido difícil resistir la urgencia de "decir" las cosas que pienso. La red social es una válvula de escape inmediata, para combatir la más breve soledad como dice el ácido Louis CK (2). También sirve para inmortalizar efímeramente nuestras vidas reafirmando nuestras creencias, temores y momentos felices. Eso es totalmente válido pero hay que moderarse para que la personalidad digital no devore a la real.

Estaré desconectada por 94 días más, pero sigo con la blogoterapia. Si alguien se quiere unir, bienvenido.

PD: aplausos y tomatazos aquí abajo ¡por favor! No podré leer comentarios en Facebook.


(1) Nota de 2022: Me divorcié de "Esposo" en 2020 y ahora no hablamos de él.
(2) Nota de 2022: El mundo se divorció de LCK en 2017, porque es un acosador sexual.