(22 abr 22, 9:34 a.m.)
 
Examen de conciencia para todos: el feminicidio no es un acto aislado, cometido por locos.
 
Es el signo más grave de la violencia generalizada de nuestra sociedad contra las mujeres: desde el presidente despreciando el movimiento feminista, hasta nuestros esposos e hijos pasando imágenes íntimas de nuestras hijas y hermanas.
 
Al margen del poder patriarcal, nosotras temiendo genuinamente por nuestras vidas. Muchas deconstruyendo en privado las estructuras que nos oprimen, otras exigiendo en público el fin del miedo, algunas más quemando todo…
 
Debanhi y otras 10 asesinadas al día. ¿Nadie se pregunta por qué nuestros hombres no están, por lo menos, incómodos?
 
 
(22 abr 22, 9:22 p.m.)
 
El punto no es cuidar más a nuestras hijas, cortándoles las alas para conocer el mundo, ni sobreprotegerlas hasta que caigan en las manos de un “hombre bueno” que las “proteja” de la misma forma.
 
¡Eso es tapar el Sol con un dedo, por diosa!
 
Nuestras hijas no necesitan más protectores que la sociedad misma, consciente, organizada, madura, que pueda garantizarles el mínimo riesgo posible.
 
Necesitan salir de su casa en paz, sin que las toquen, las violen o las chingados maten, por favor.
 
Amarrarlas a la “seguridad” de las familias es inhumano y es una fantasía más del patriarcado