Mucho de ser una empresaria respetable podría estar en ser también una mamá respetable.(1)

Quiero suponer que un buen porcentaje de las emprendedoras del mundo son mamás de niños o adolescentes que requieren más dedicación que cualquier proyecto personal.

Conozco a muchas mamás que sienten todavía la antinatural culpa (2) de dejar a sus peques en manos de alguien más para salir a, por lo menos, ganarse la vida. Algunas, como yo, tenemos la suerte de tener pocas urgencias económicas y muchas ambiciones (3).

Es verdad que si quieres tener hijos hechos a imagen y semejanza tuya es probable que debas pasar todo el tiempo posible con ellos , pero lo que necesitamos es que nuestros niños sean personas nuevas, únicas y mejores. Y la empresa, el trabajo en cualquier organización, nos debería ayudar a ser mejores mamás.

Hay muchas similitudes entre la empresa y la familia (4). Por ejemplo:

1. Es importante definir explícitamente y actuar de acuerdo a un conjunto de valores.

2. Es necesario que todos los integrantes sean líderes en formación, que aprendan a empoderizarse en bien propio y del conjunto. (5)

3. Es deseable que tanto el ambiente de trabajo como el de casa sea protector y armónico. Si alguien en la oficina ama la música de Juanga (o sea, yo), es necesario equiparlo con unos audífonos razonables para no perturbar el ánimo de los metaleros, y viceversa. En la casa hay excepciones, mis hijos tienen que escuchar a Cerati, whether they like it or not! es parte de su formación musical. (<3)

Y encuentro como éstas infinidad de analogías en mi vida diaria como empresaria -la peor- y mamá.

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Hay una frase en inglés que me gusta mucho y por alguna razón no la encuentro ahora en traducciones: "to set a statement". Sé que la traducción aproximada al español es "declarar algo" pero también la interpreto como "tener una convicción". Y cada vez que declaro que las cosas serán de cierta forma, para mí, para el conjunto, en la empresa o en la casa, la mente se me aclara y puedo dar el siguiente paso. (6)

En la empresa todo es decisión. En la casa también, pero como mujeres se nos hace más fácil decidir (7) pues sentimos la obligación de definir el rumbo de la vida familiar sin titubeos. ¿Cuándo has titubeado al decirle a tus hijos: "¡RECOJAN SUS ZAPATOS EN ESTE MOMENTO!"? No hay timidez, simplemente tienen que hacerlo.

Pero en la empresa algunas sí nos permitimos titubeos y no debería ser. Hay que conducirse con tanta humildad como rectitud y firmeza. Y ese, sin querer, será un excelente legado para los que siguen: hijos, sobrinos, nietos y demás.

¡Empezamos hoy!

 

Notas de 2022:
(1) Brrr.... tengo un poco de miedo de leer este artículo de 2013, cuando aún romantizaba el ser mamá-empresaria y cuando aún hablaba de empoderamiento, como buena feminista liberal-semi-blanca.

(2) Baia, baia... va bien.

(3) Ayno. Estaba en la fantasía de que mi marido en ese entonces pagaba todo, pero porque también elegía todo lo que se pagaba o no. Mi única ambición era poder empezar a decidir yo, pero primero tendría que divorciarme y aún no lo sabía.

(4) Sigo creyendo esto.

(5) Necesito beber. Perdón por este párrafo. Es demasiado... capitalista patriarcal.

(6) Definición de meritocracia y ya no pensamos así.

(7) No es más fácil. Es que así nos tocó vivir.